¡Ni que fuera yo Bin Laden!

Congreso ANIS oviedo

Mis anotaciones para el taller de Oviedo (fotomontaje)

Hace un año ya de mi pequeña aportación en el sexto Congreso Nacional de Periodismo Sanitario que se celebró en Oviedo. La mesa en la que participé se llamaba «Entre colegas: diez consejos de un periodista a otro de un gabinete de comunicación y viceversa» y allí nos encontrábamos dos compañeras de El País y de la Ser y un representante de una agencia de comunicación (el único hombre, por cierto, -acostumbrada una a las mesas en masculino-) para intentar alumbrar un espacio común en el que confluye la profesión.

Dejando atrás mis escasas dotes para la oratoria (acabo de descubrir que carezco de inteligencia escénica -si no de más-) sí me gustaría desgranar algunos de los argumentos con los que me planté ante la peña, porque creo que el devenir de los acontecimientos, los derroteros que está tomando la profesión y los ejemplos que nos encontramos día a día me reafirman en muchas de las ideas que intenté trasladar entonces (con dudoso éxito).

Se basaban mis reflexiones en la visión de los gabinetes de prensa que se había dado en un artículo publicado días atrás por la Defensora del Lector de El País donde se hablaba del “férreo control” que ejercíamos o de “intereses meramente partidistas de una fuente”… Se seguía diciendo que “el periodista debe evitar se rehén de sus propias fuentes cuando éstas pretenden propagar falsedades, informaciones tendenciosas o medias verdades”. Entonces pensé, y así lo expresé al auditorio: «¡Ni que fuera yo Bin Laden

Hace un año pensaba, como ahora, que la profesión no puede caer en la demonización de una salida profesional digna y respetable, una salida profesional frente a la situación de los medios tradicionales, frente a los EREs y despidos masivos de las redacciones. La comunicación institucional es una vertiente de la comunicación y una manera de hacer periodismo, aunque no siempre se comparta esta idea.

Lo que sí tenemos que conseguir es una profesionalización de esta labor y plasmar nuestro sello de periodista en el día a día. ¿Cómo va a ser eso de que convoquemos a los medios y no se puedan hacer preguntas? ¿Cómo va a ser eso de que me tengan que pedir permiso para preguntar a un político en cualquier acto público? ¿Cómo va a ser eso de fiscalizar las informaciones y controlar los contenidos antes de publicarlo? En todos los casos pienso como periodista que ha ejercido al otro lado, que no consentía que le pidieran las piezas antes de publicar, que no pedía permiso para preguntar.

Y entonces, como ahora, hablaba de la eficiencia y la credibilidad como dos pilares de nuestro trabajo sin los que realmente no somos nada porque ni somos útiles a nuestra institución ni somos útiles a los medios de comunicación. La experiencia, dilatada, como reportera nos ayuda a entender, a conocer y, sobre todo, a saber qué «toca las pelotas» (creo que usé esa expresión, tan políticamente correcta y con la que mi madre estaría tan contenta). Y entonces, como ahora, creo que el rigor, que ha de regir la labor periodística a uno y otro lado, conlleva tiempo y a veces no casa bien con la inmediatez de la que nos dotamos y nos dotan las nuevas herramientas.

Con los nervios (llevo fatal lo de hablar en público y algunos lo habéis constatado) no recuerdo haber terminado de una manera tan épica pero hoy, releyendo los tuits de entonces, creo que no quedó ni mal aquello: «Amo el periodismo, le echo todo el tiempo a esto, tened piedad de mi».

En fin, que cuento todo esto porque recuerdo que hace un año de aquel encuentro, lo que significa que estamos a las puertas de participar en una nueva cita, en una nueva edición del Congreso de Periodismo Sanitario, esta vez en Granada y el próximo fin de semana, al que acudiremos con ganas de aprender, de compartir y de conocer a gente nueva. Un congreso que será posible gracias al compromiso de la ANIS y de la junta directiva y a pesar de los «imprevistos» de última hora. Y donde se hablará de salud pública y de investigación y donde habrá ponentes de excepción gracias a un programa elaborado con mimo y con ganas de hacer las cosas de otra manera. Por cierto,  Montse Carrasco pide tu colaboración para su taller de «Herramientas del periodismo en la nube» así que no dejes de hacerlo.

6 comentarios en “¡Ni que fuera yo Bin Laden!

  1. Muy buena entrada Taite! Me acuerdo cuando preparabas tu participación en aquella mesa en el poco o ningún tiempo que te dejaba el trabajo del día a día. Y me acuerdo bien de aquellos días. No puedo más que admirar tu vitalidad en general, y en particular para querer aprender y compartir siempre. Gracias

    • Mil gracias, Pilar. Me emociona que te pases por aquí con la que tienes y que me dejes esas palabras tan cariñosas. Me ves con muy buenos ojos. ¡Con lo pesada que me pongo con las charlas varias! Menos mal que no me prodigo…

  2. Hace un año para mi eras María Teresa, apareciste en una mesa redonda con tu lógica aplastante, tu espontaneidad y sentido del humor poniendo un poco de paz entre los periodistas de ambos lados del río. Y es que es cierto, vamos viendo que no se trata de estar aquí o allá, sino de algo tan simple como es hacer nuestro trabajo lo mejor que sabemos estemos donde estemos y creo que blogs como éste ayudan a entenderlo. Después de ese VI Congreso coincidí contigo en las redes sociales y ahí descubrí a Taite. Ahora ya con muchas ganas de volver a verte en carne y hueso 🙂

    • Yo también tengo ganas de veros y aprender de todos, sobre todo de tu taller, como aprendo siempre de tus reflexiones y de tu blog. (Soy una alumna aplicada y la muestra es el título epatante del post :P) ¡Qué maravillosa es la red que permite conocer a gente que aporta tanto! Me encanta el salto de María Teresa a Taite y gracias por tu visión de aquella tarde. ¡Yo casi no me acuerdo de nada! Gracias, Montse. No queda nada.

  3. A mí tu ponencia me gustó mucho por varias razones:
    1.- Nunca perdiste de vista «el otro lado». Ahora estamos aquí, mañana allí, pasado quien sabe…
    2.- Nos relajaste: anterior a la tuya hubo mesas tensas. Y el clima frío y lluvioso de Oviedo no ayudaba a entrar en calor.
    3.- ¿Quién iba a pensar que ibas a usar a B.Esteban en tu ponencia? Simplemente genial, buen recurso para mantener la atención y para dar un respingo en la silla.
    Y 4.- Coincido con Montse: allí te encontré y en twitter te conocí (un poco más).

    Ahora ya con muchas ganas de veros, daros un abrazo enorme y volver a compartir momentos buenos, malos, tensos, de risas, de historias, … pero esta vez en carne y hueso.

    PD.- Quien te haya dicho que no tienes inteligencia escénica te ha mentido. Besos mil.

    • Jo, Emma, gracias. En serio. Creo que fue más normal de lo que dices pero me lo creeré porque como casi no me acuerdo… En el día a día «aquí» recuerdo mi día a día «allí» y cómo no me gustaban ciertas prácticas de los gabinetes así que no podría caer en la incoherencia de hacerlo yo. Y con la hora que era y el clima hostil que preveía, o rompía o moría en el intento así que me la jugué a pesar de quedar como un poco payasa. También celebro haberos encontrado en las redes. Creo que es importante encontrar gente que crean, como tú, que el periodismo (a uno u otro lado) tiene futuro si se hacen las cosas bien. Gracias y quedan días.

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