Tengo una pequeña manía que persiste a pesar de que hace más de seis años que dejé el periódico: cada vez que voy a un concierto hago las crónicas periodísticas del evento. Son artículos mentales. Al principio, cuando aún estaba en activo, eran relatos que aparecían en papel, que tecleaba en mi ordenador, pero ahora las palabras se ordenan en mi cabeza, sigo buscando adjetivos, pero las teclas están en mi mente y las crónicas que hilvano nunca verán la luz. O igual sí. Me explico: mi vida es también la música que me acompaña en cada paso, que alimenta mis sonrisas, que apacigua mis melancolías. La música organiza mis recuerdos, me une a las personas, me ata al mundo y me evade de la realidad. La música es parte de mi vida, porque no todo es trabajar. Como también lo son los libros que leo, el cine que me emociona o los amigos con los que comparto todo. Se trata de pequeños placeres que también me gustaría compartir con vosotros como pequeños paréntesis que salpicarán este sitio, como una licencia que os pido que me permitáis para que este blog sea más mío si cabe.
¡¡Quiero la de Cullum ya!! Te puedo hacer los coros de la crónica 😉
Marrrchaaando!
Pequeños placeres que, si me permites, me gustaría compartir. Cuando gustes, yo las leeré.
Y será un placer que lo hagas. Gracias
La música es tan importante que dicen que dios es un sonido …. el sonido primordial …
Ahí queda eso jajajajaja
Puedes hacer entrdas que sean «Crónica musical»
Gracias, Juana, por pasarte por aquí. Algunas crónicas he dejado como la de un concierto de Jamie Cullum ( https://apropositodeuncaso.wordpress.com/2011/11/16/aquella-noche-en-cascais/) o sobre el concierto de un grupo que me encanta… (Enlace permanente: https://apropositodeuncaso.wordpress.com/2011/09/07/y-me-hice-de-la-canalla/). Pero seguiré alimentando este viejo hábito, si me lo permitís.
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