Ha sido pudor. Tanto que he tardado casi medio año en ponerlo por aquí. Porque me veía yo muy pequeña para ese «blogueros andaluces», qué queréis que os diga; que yo sólo tengo un huequito -en alguna de esas nubes- donde de vez en cuando despejo mis pensamientos o comento (cada vez menos, eso si) cosas que me han pasado, en lo profesional. Alguna que otra personal e historias que veo a mi alrededor y vive siempre una amiga.
Más pudor: Porque no me reconozco en esa voz de pito, porque repito muchos comodines léxicos, porque lo habría cambiado todo y habría expuesto de otra manera. Porque lo del autobombo lo llevo fatal, que todo hay que decirlo.
Pero hoy me he decidido a traerlo por aquí, a dejarlo en su sitio, en su casa, porque no tiene más sentido de estar que en este rinconcito. Podría ser incluso una buena introducción, si no fuera porque me muero de vergüenza.
De cómo nació el blog, de las fuentes en las que bebí, de como ha ido e(o in)volucionando, (qué sabe nadie); del futuro que le espera (si ni yo mismo muchas veces sé qué quiero); de cómo veo las redes y demás. Con la Catedral de Cádiz de fondo.
Gracias a EnRed de Canal Sur por pensar que tenía algo que aportar en su sección o que este humilde blog merecía una difusión de este tipo
Que pudor, ni que pudor… a mi me encanta, Taitechu mía. Lo ví en su día y lo he vuelto a ver… y lo veré todas las veces que hagan falta.
Un besazo!
Da mucha vergüenza!!! Pero qué leches!!! Ahí está colgado. Gracias, corazón, menudo soporte siempre!
Bueno, bueno…
A los que no hemos tenido la oportunidad de verte en persona pero te leemos esto es una gran alegría.
Un beso gordo.
A eso le tenemos que poner remedio… Mil gracias!! Un beso de vuelta