Joven residente en el Campo de Gibraltar de 31 años que hace un llamamiento porque asegura necesitar un trasplante de médula. Los medios se vuelcan. Hasta que, finalmente parece que lo recibe. No hay constancia de que una Clínica La Merced de Madrid haga estos procedimientos.
Hace apenas unos días hablaba de determinadas situaciones en las que se apelaba a la generosidad de la gente para conseguir dinero para tratamientos a enfermedades sin solución. Pero hay más maneras de intentar que la ciudadanía responda ante un problema propio de salud y en las que es igualmente importante que los medios de comunicación (que, no olvidemos, son una manera de llegar a la ciudadanía) tengan la información para abordar estas noticias con el mayor rigor posible.
Hoy abordo los llamamientos para la donación de médula que se dan con determinada frecuencia con el consiguiente eco en los medios de comunicación porque vuelven a tocar la fibra sensible de los lectores, oyentes, espectadores, con historias humanas, de desesperanza y lucha. Y como por nosotros no va a quedar, y a pesar de ese marchamo de desalmados que nos vamos fraguando, una vez más echamos mano de la pedagogía para intentar trasladar que este tipo de actos en los que se buscan donantes no sirven para nada y generan movimientos incluso perjudiciales.Los donantes de médula que salen de estas corrientes altruistas no suelen tener consistencia y suelen renunciar a hacerlo cuando se les requiere, sobre todo si se tiene en cuenta que la donación de médula requiere de una intervención algo cruenta. Cuando se explica esto al usuario, acaba rechazando su opción primera.
Explicamos que con 18 millones de donantes en el mundo en la Redmo, a los que ya se han sumado los cordones umbilicales, el trasplante de médula ósea es un procedimiento que está perfectamente articulado gracias a la colaboración de los profesionales. Pero cuesta trabajo que cale esta información cuando la noticia está servida.
Y puede llegar a parecer incluso que estamos en contra de que haya personas que opten a ser donantes de médula ósea. Y nada más lejos de la realidad. Sólo trasladamos que, tal y como se ha demostrado con la experiencia de los profesionales, quienes se acerquen a registrarse como donantes tienen que hacerlo conscientes del compromiso que asumen y con toda la información para tomar esta decisión.
Porque imaginad que alguien quiere hacerse donante cuando recibe el llamamiento en un ámbito que levanta tantas pasiones como el fútbol, cuando se lo pide un ídolo (pongamos un Cristiano Ronaldo con twitter) y cuando está la prensa deportiva de por medio… Pasado el furor y los grandes titulares y momentos, es extraño que el hincha que recibió el imput que le movió el corazón que le hizo acercarse a donar, continúe con la vocación de hacerlo.
E imaginad, en este contexto (ídolos galácticos, el periodismo deportivo, el fervor de las masas y titulares para un equipo de fútbol) cómo de bajo se oía la voz de la institución y de los profesionales que intentaban poner un poco de sensatez. Y con el hándicap de siempre: el que nos impide dar datos clínicos del paciente que diera un poco de luz a la situación que tampoco era como se contaba. ¿Cómo lo veis vosotr@s? ¿Tenemos que seguir intentándolo a pesar de todo? ¿O nos damos por…?